viernes, 7 de mayo de 2010

Midiendo el Universo.

En un hermoso libro llamado Midiendo el Universo (1984), Isaac Asimov nos lleva de la mano a recorrer todo el universo saltando escalones hacia arriba y hacia abajo.
  Al terminar el libro, en su epílogo, Asimov nos dice:

 Por tanto, vivimos aún en esa muy estrecha faja de tiempo en que la Humanidad ha conseguido, al fin, una comprensión adecuada del Universo, y por lo cual podemos considerarnos afortunados de haber nacido en nuestro tiempo, porque, a fin de cuentas, podíamos haber nacido antes...
En realidad, el hombre actual, en su inmensa mayoría, carece de tiempo, de medios y de oportunidad —e incluso, en muchos casos, de deseo— de conocer el Universo en el que habita. Como grupo, sólo los físicos comprenden la escala de lo que materialmente existe. Y es posible que la mayoría de ellos lo hagan sólo cuando tengan una pausa para pensar al respecto, lo cual sucede raramente, si es que ocurre alguna vez.
En general, es muy probable que se hallen tan preocupados y comprometidos por la subsistencia diaria, como para poderse comprometer debidamente en este sentido.  Así, pues, es posible que sólo unas cuantas personas —como los lectores de este libro— puedan contemplar de una forma seria la escala de la medición del Universo— visión que constituye sólo una parte peculiar de nuestra especie y de nuestra generación— con el consiguiente asombro y maravilla.



El video que aparece aquí abajo reproduce esa idea en saltos de potencias de 10.  Los invito a mirarlo y a reflexionar sobre el universo que nos rodea.